Sistemas constructivos tradicionales andinos: caso de la Parroquia Tanicuchí - Provincia de Cotopaxi

Abstract

El ejercicio del que hacer arquitectónico actual representa nuevos retos para los investigadores dedicados a esta actividad, la figura del arquitecto concentrado en forma exclusiva a la concepción y producción de objetos arquitectónicos, pierde sentido si el estudio final no es producto de un análisis contextual que comprenda y entienda los fenómenos espaciales, constructivos, paisajísticos, históricos, sociales, económicos, etc. del entorno al que este se debe. La falta de pertinencia entre lo producido y su correspondencia respecto a las necesidades, identidad y adaptación a la realidad conlleva al presente trabajo a realizar un análisis sobre las condiciones en las que se encuentra la arquitectura de la ruralidad de la sierra centro del Ecuador producida a inicios y hasta mediados del siglo XX con rasgos comunes de pertenencia al sector reflejados en su materialidad, técnica constructiva y congruencia con el paisaje existente; su vigencia actual; un diagnóstico que pretende ponderar y valorar la existencia de la misma, sus raíces sus propósitos, entender los motivos de su precarización y abandono por nuevas técnicas y formas espaciales extrañas a sus orígenes. La cabecera parroquial de la parroquia San Lorenzo de Tanicuchí en el cantón Latacunga de la provincia de Cotopaxi es el entorno donde se puede apreciar este marcado desencuentro entre la vigencia de dos tipos de arquitectura rural popular; la que se abandona y precariza en virtud de la extraña y ajena en donde muy poco o nada a intervenido el arquitecto formal ajeno a esta realidad del país, lo cual conlleva adicionalmente a replantearse esta figura y su visión prospectiva para el siglo XXI lleno de retos de rescate, valía y respeto hacia el entorno edificado como patrimonio de un país y lejos de realizar un ejercicio dominado por la nostalgia hacia el pasado, plantearse desde lo histórico una posición vanguardista de rescate y reconstrucción de un paisaje cultural propio que reproduzca esa arquitectura popular con respuestas de contemporaneidad, confort, adecuadas, pertinentes e integrales a las formas y medios de vida actuales y de futuro inmediato.