Importancia del establecimiento de la corte penal internacional

Abstract

Desde las atrocidades cometidas durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, surgió en la Comunidad Internacional un compromiso con las generaciones futuras de no repetir los horrores del pasado, y en su virtud, se crearon los organismos internacionales mundiales, como las Naciones Unidas, con la misión principal de preservar la paz de la humanidad. Con todo, desde entonces, más de 250 conflictos armados han tenido lugar en todo el mundo, caracterizados por la más amplia violación de los derechos humanos y la impunidad de sus violadores. Luego de 55 años, la Comunidad Internacional sigue siendo prácticamente impotente para juzgar y castigar a los responsables de estas atrocidades que desvirtúan el principio de la paz mundial y el respeto a la persona humana. Si bien, esta demanda de justicia a lo largo de estos años ha motivado la creación de cinco Comisiones Internacionales de Investigación y de cuatro Tribunales Internacionales ad hoc, su labor ha sido limitada, por lo que sólo parcialmente han constituido mecanismos para el establecimiento de responsabilidad penal y para mantener el orden mundial y restaurar la paz. De todas formas, la Justicia Penal Internacional no ha sido mundial y estos organismos jurisdiccionales han atendido casos específicos sin que su competencia se extienda a otros casos igualmente graves como el de Sierra Leona o Camboya. Cabe entonces preguntarnos, hasta qué punto es posible hablar de una justicia penal; hasta qué punto se ha ejercido una verdadera jurisdicción internacional cuando está se ha condicionado por razones de tiempo y espacio. En este contexto, la creación de un Tribunal Penal con Jurisdicción Internacional fue una aspiración de la Comunidad Internacional por más de medio siglo. En 1998, esta aspiración se vio concretada al aprobarse en Roma, el Estatuto para la creación de la Corte Penal Internacional. Se ha afirmado, que este hecho, aparentemente imperceptible para muchos, cambió por completo el escenario mundial porque por un lado, resume y sintetiza las expectativas de la Comunidad Internacional, y por otro, cuestiona el poderlo de gobiernos y gobernantes que hasta entonces se hablan beneficiado de la impunidad que esta "laguna" legal e institucional provocaba. Por esta misma razón, es que la trascendencia del establecimiento de la Corte Penal Internacional ha sido cuestionada, y no pocos afirman que su presencia carece de la vinculación suficiente que su naturaleza requiere y por tanto, aún no es posible hablar de la existencia de una jurisdicción penal internacional.

From the atrocities committed during the First and World War II, emerged in the Community International a commitment to the generations not to repeat the horrors of the past, and in their virtue, international organizations were created world, like the United Nations, with the mission main to preserve the peace of humanity. With everything, since then, more than 250 conflicts weapons have taken place all over the world, characterized by the widest violation of the human rights and the impunity of its rapists. After 55 years, the International Community follows being practically impotent to judge and punish responsible for these atrocities that distort the principle of world peace and respect for the person human Although, this demand for justice throughout These years have led to the creation of five Commissions International Research and four Courts International ad hoc, their work has been limited, for what only partially have constituted mechanisms for the establishment of criminal liability and for maintain world order and restore peace. Of all forms, the International Criminal Justice has not been world and these jurisdictional bodies have attended to specific cases without their competence being extend to other equally serious cases such as Sierra Leone or Cambodia. It is therefore necessary to ask ourselves, to what extent is it possible to speak of justice penal; to what extent has a true international jurisdiction when it has been conditioned for reasons of time and space. In this context, the creation of a Court Criminal with International Jurisdiction was an aspiration of the International Community for more than half a century. In 1998, this aspiration was finalized upon approval in Rome, the Statute for the creation of the Criminal Court International. It has been asserted, that this fact, apparently imperceptible to many, completely changed the world stage because on the one hand, it sums up and synthesizes the expectations of the Community International, and on the other, questions the power of governments and rulers who until then speak benefited from the impunity that this legal "gap" institutional caused. For this same reason, it is that the importance of the establishment of the Criminal Court International has been questioned, and not a few affirm that his presence lacks sufficient bond that its nature requires and therefore, is not yet possible to talk about the existence of a jurisdiction international criminal