Contratos Administrativos

Abstract

E1 propósito de esta tesis es abordar un análisis jurídico teórico y práctico del significado doctrinario del Derecho Administrativo, considerándolo como una rama del Derecho Público que regula las relaciones entre el Estado y los particulares, tomando en cuenta principalmente que el Estado dentro de esta relación se encuentra en condiciones de superioridad y privilegios frente a los particulares, sean estas personas naturales o jurídicas. Dentro del Derecho Administrativo se producen dos tipos de acontecimientos que producen efectos jurídicos, como lo son, en primera instancia los hechos administrativos, que comprenden aquellos sucesos que se dan sin la mediación de la voluntad* ni la facultad de actuar, por ejemplo el caso fortuito; en segundo lugar están los actos administrativos, en los que si media la voluntad y la facultad de actuar; por ejemplo la terminación unilateral del contrato que puede darse en la etapa de ejecución del contrato administrativo dentro de la contratación pública, esto en mi criterio inconstitucionales y atentatorios a los principios básicos del Derecho Privado porque no toman en cuenta la igualdad jurídica de las partes, ni la igualdad de las personas ante la Ley, el primer principio consagrado en la contratación privada y el segundo como garantía constitucional. Para cumplir con el fin de satisfacer a los intereses de la colectividad, el Estado, entendido en su acepción más amplia, de modo que él comprenda a todos los entes o personas jurídicas del sector público, tanto los de base territorial como los entes descentralizados funcionalmente, por intermedio de los órganos de la Administración, puede necesitar que otras personas le proporcionen servicios, actividades personales o bienes patrimoniales. En ocasiones tales prestaciones se encuentran configuradas constitucional y legalmente como deberes públicos de prestación, de manera que el Estado puede imponer su cumplimiento en forma coactiva ( Vg. El pago de impuestos). Otras veces el Estado carece de este poder coactivo, bien porque el sujeto llamado a colaborar es otro ente estatal o porque el administrado no tiene el deber de soportar las prestaciones pretendidas por la Administración. En ambos casos, las prestaciones han de obtener en forma voluntaria para lo que la Administración puede acudir a la figura del contrato. El contrato se convierte así, en útil instrumento para la creación, modificación o extinción de las relaciones jurídicas entre dos entes estatales, o entre Estado y particulares. Estas relaciones contractuales pueden concretarse a través de convenios regidos por el Derecho Común o mediante acuerdos de voluntad en los que la satisfacción del interés público impone colocar a las partes en una situación desigual de preponderancia y sujeción que excede las regulaciones del Derecho Privado y se halla, por ende, sujeto a normas del Derecho Público. A esta última categoría contractual se la denomina "Contrato Administrativo", en él la actividad del contratista de la administración se encuentra asociada a la noción de interés público, y más concretamente, de servicio público, razón por la cual la relación bilateral que nace a raíz del contrato se somete a un régimen preponderante de Derecho Público; esta condición bilateral del contrato no persiste en su terminación al facultar a la Administración a dar por terminado dicho contrato unilateralmente. Este régimen preponderante de Derecho público está referido no solo al aspecto sustantivo, sino al ámbito adjetivo o procesal, pues la materia de los contratos administrativos, constituye, en efecto, objeto de lo contencioso administrativo y, los procesos que en relación a ellos se ventilen están sujetos a normas procesales especiales, distintas a las que regulan los procesos ordinarios. Específicamente mi estudio se limitará a los Contratos Administrativos, que genéricamente se los entiende como el convenio que produce o transfiere obligaciones y derechos; y específicamente es el acuerdo entre dos o más personas- Estado y Particulares para crear, transferir, modificar o extinguir obligaciones.

The purpose of this thesis is to address a theoretical and practical legal analysis of doctrinal meaning of Administrative Law, considering it as a branch of the Public Law that regulates relations between the State and private individuals, taking into account mainly that the State within this relationship is in a position to superiority and privileges vis-à-vis individuals, whether they are natural or legal persons. Within Administrative Law there are two types of events that produce legal effects, as, in the first instance, administrative facts, that include those events that occur without the mediation of the will * nor the faculty to act, for example the fortuitous event; Second, there are the administrative acts, in those that mediate the will and the power to act; for example the unilateral termination of the contract that may occur at the stage of execution of the administrative contract within public procurement, this in my opinion unconstitutional and in violation of the principles of Private Law because they do not take into account the legal equality of the parties, nor the equality of the people before the Law, the first principle consecrated in the hiring private and the second as a constitutional guarantee. To fulfill in order to satisfy the interests of the community, the State, understood in its broadest sense, so that he understands all entities or legal persons from the public sector, both territorially based entities and functionally decentralized, through the organs of the Administration, You may need other people to provide you with services, personal activities or heritage assets. Sometimes such features are configured constitutionally and legally as public duties of benefit, so that the State can enforce compliance in a coercive manner (eg, the payment of taxes). Other times the State lacks this coercive power, either because the subject called to collaborate is another state entity or because the administration does not have the duty to support the benefits intended by the Administration. In both cases, benefits must be obtained in voluntary form for what the Administration can go to the figure of the contract. The contract thus becomes a useful instrument for the creation, modification or extinction of the legal relations between two state entities, or between the State and individuals. These contractual relationships can be concretized through agreements governed by the Common Law or through agreements of will in which the satisfaction of interest public imposes placing the parties in an unequal situation of preponderance and subjection that exceeds the regulations of Private Law and is, therefore, subject to regulations of the Public Law. This last category of contract is called "Administrative Contract", in it the activity of the administration contractor is associated with the notion of interest public, and more specifically, public service, which is why the bilateral relationship that is born as a result of the contract is subject to a preponderant regime of Public Law; is Bilateral contract condition does not persist in its termination when empowering the Administration to terminate said contract unilaterally. This preponderant regime of Public law refers not only to the substantive aspect, but to the adjective domain or procedure, since the subject matter of administrative contracts is, in effect, the object of administrative litigation and, the processes that in relation to them are ventilated are subject to special procedural rules, different from those that regulate ordinary processes. Specifically, my study will be limited to Administrative Contracts, which generically they are understood as the agreement that produces or transfers obligations and rights; and specifically it is the agreement between two or more people- State and Individuals for create, transfer, modify or extinguish obligations.