Propuesta de un modelo integral para la identificación de áreas vulnerables a la desertificación en las cuencas de los ríos Manta, Jaramijó y Portoviejo, escala 1:25 000

Abstract

La desertificación es definida, por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación (CNULD), como la degradación de las tierras áridas, semiáridas y subhúmedas secas, como resultado de la interacción de diferentes factores, tales como cambios climáticos y actividades humanas. En el Ecuador, este fenómeno ha sido identificado, pero de manera empírica, o asociado a procesos tales como la deforestación, sobrepastoreo o erosión. Esta situación, se había presentado de esta manera, debido a la inexistencia de una metodología integral que permita incluir en un modelo espacial (geográfico) el componente biofísico y socioeconómico; y adicionalmente a la falta de información cartográfica con alto nivel de detalle. En este contexto, se determinó la necesidad de establecer una metodología que permitiese integrar diferentes variables (biofísicas y socioeconómicas) que lleguen a identificar áreas vulnerables a la desertificación, escogiéndose como área de estudio a tres cuencas hidrográficas (Manta, Jaramijó y Portoviejo) que se localizan en la provincia de Manabí, tomando en cuenta que este territorio, de acuerdo a estudios presentados por el Ministerio del Ambiente (MAE), conjuntamente con Loja y Chimborazo, son las jurisdicciones políticas que presentan mayormente este fenómeno. Así se ha tomado como metodología la aplicada por el Proyecto de Desertificación y Uso del Suelo en el Mediterráneo (MEDALUS), por sus siglas en inglés (Mediterranean Desertification and Land Use), desarrollado por la Unión Europea – UE, durante la década de los ’90, que corresponde a un modelo matemático determinista. Este modelo permite identificar la vulnerabilidad a la desertificación, a partir de la evaluación de la calidad del suelo, clima, vegetación y manejo (gestión del territorio), representados por índices, que en su conjunto dan como resultado la identificación de Áreas Ambientalmente Sensibles (AAS) a la desertificación. Para evaluar la calidad de estos cuatro componentes son tomadas en consideración trece variables, cada una de las cuales son ponderadas o calificadas en función de su predisposición a la desertificación, que han sido integradas en un Sistema de Información Grográfica (SIG) para su respectivo análisis. Como resultado de la aplicación de esta metodología, se ha identificado que la Calidad de Suelo corresponde a la “pobre”, que representa el 75% de la superficie total del área de estudio; mientras que la Calidad de Manejo (Gestión del Territorio), la categoría “buena” es la más representativa. Adicionalmente, se han realizado las estimaciones por clases de AAS a la desertificación, a nivel cantonal, de lo cual se ha determinado que el cantón Montecristi es el más afectado, ya que más del 90% de su territorio corresponde a la clase C3, de las Áreas Críticas